En el grupo PEDATICS nos pareció interesante entrevistar a una directora, Elvira Congosto; una inspectora, Isabel Jiménez; y a una profesora, Lucía Morán. A la diferencia de puestos, se le suma diferencia de institución educativa: mientras que Elvira Congosto es directora en un centro privado (que, por lo que parece, goza de bastantes recursos), la docente Lucía Morán tiene experiencia en muchos centros, en su mayoría de pocos recursos.
Isabel, nos contaba que ella le da mucha importancia al uso de las TIC cuando va a los centros. Es por ello, que pone especial atención a las salas de informática, a las programaciones TIC, y todo lo que hace alusión a estas en el centro. Según su experiencia, tenemos una legislación que regula muy bien la materia de tecnología aplicada a la educación. Aprovechando su punto de vista, quisimos saber si esa legislación se ajustaba a la realidad educativa, y su respuesta fue afirmativa. A la legislación no le falta detalle, y se ajusta muy bien a la realidad. En cuanto a la formación docente, Isabel mostraba gran optimismo: los docentes tienen muchas ganas de aprender e incorporarlas en las aulas, y las nuevas generaciones, ya no tienen dificultades para ello.
Elvira, nos hizo ver que actualmente se llevan a cabo proyectos realmente interesantes. Destacaba un uno en el que se desarrollaba una pulsera de las emociones, gracias al cual consiguieron un premio. Como directora, pedía a su claustro (y a sí misma) la mayor implicación y formación posible en esta temática, llegando a realizar cursos los sábados. Además, nos contaba cómo se habían incorporado las tecnologías a las aulas, con las pizarras digitales, tablets en vez de libros de texto… Desde luego aquello parecía el Olimpo de la Educación.
De esta entrevista, nos gustaría destacar varios aspectos. Para Elvira, la introducción de la tecnología en el centro le ha permitido dar un vuelco metodológico, y poder dar respuesta a las diversidades del alumnado, puesto que ayuda a ajustar el aprendizaje a cada persona del aula, sus “grandes olvidados” son las altas capacidades (para lo que recomienda usar las TIC para pequeñas investigaciones). Tras esto, podemos entender que habría una clara mejora del rendimiento, pero nos comenta que no se puede comparar el rendimiento anterior y posterior a la tecnología. De hecho Elvira querría establecer unos criterios concretos, porque la forma de evaluar los resultados es mediante evaluaciones voluntarias externas al centro, que ofrece la Comunidad de Madrid.
Como decíamos, estamos ante el Olimpo de la Educación, puesto que la directora nos ha hecho ver que sus limitaciones son la “falta de versatilidad del iPad”, o algunas dificultades derivadas de la introducción de las tecnologías, como pueden ser el cambio conceptual (ipad de entretenimiento a herramienta de estudio), la diferencia de conocimiento de tecnologías entre alumnado y claustro (superan el uso restringido), o la baja capacidad atencional (generaciones caracterizadas por la inmediatez). Cuando preguntamos por la diferencia económica entre comprar libros y el uso de iPad, realmente habla de poca costumbre con libros digitales. También observamos que no hay problemas de wifi.
Otro aspecto que queríamos tratar era la situación del profesorado. Reconoce que para las oposiciones no se está pidiendo nada, aunque ella pide que sus docentes tengan destreza con las tecnologías. Destaca que hay formación desde la Comunidad de Madrid (CTIF, CRIF) y MOC (ella, junto con todo el equipo directivo y docente, realizan uno actualmente los sábados). No se ve obligada por la normativa, considera que tiene que actualizarse y dar ejemplo. Para: atención a la diversidad, potenciar los recursos disponibles (hacer un buen uso de las TIC), ofrecer educación de calidad. Reconoce que en la enseñanza pública, esa formación corre a cargo del propio docente, los pocos medios que tienen, el tipo de población a la que va destinada… aunque considera que se pueden hacer PEC que contemplen acuerdos con empresas para la adquisición de dispositivos a bajo coste.
Por último, Elvira nos cuenta que las familias no saben cómo guiar de la forma más adecuada a sus hijos e hijas, porque no tienen el control. En este caso, son los padres y madres los que están aprendiendo. Por eso, hay que acompañar a las familias en ese proceso. A esto se le suma que hay que educar al alumnado en la responsabilidad y voluntad.
Lucía, por su parte, nos muestra la otra cara de la moneda. Actualmente está impartiendo clases en el centro Pradolongo, en la zona de Usera. La docente de Lengua y Literatura Castellana nos cuenta, que sólo a veces emplea la tecnología en sus clases, porque aunque la considera una buenísima herramienta, no siempre puede disponer de los recursos en el centro ni del tiempo necesario para prepararlo. Nos comenta, que en su caso le ayudaría a centrar la atención del alumnado, aunque sabe que muchas veces se hace un mal uso, empleando sólo un proyector para ver películas de vez en cuando, y realmente el peso pedagógico recaería sobre el docente (puede hacer la explicación divertida o aburridísima, dice).
Lo que nos ha llamado mucho la atención, y lo que demuestra la diferencia de contexto, es que está a favor de los recursos que ofrecen las TIC, pero sabe que no los puede llevar a cabo a diario, porque el alumnado no dispone de ordenadores o tablets, el centro no se los ofrece, el wifi es para el equipo docente, orientación y dirección, e incluso como anécdota nos comentaba que ni siquiera todos tienen acceso a los libros de texto, incluso con ayudas especiales que tiene el centro.
Lucía sabe que, como docente, tiene que saber gestionar adecuadamente los recursos tecnológicos, para que no se conviertan en una metodología tradicional disfrazada de Siglo XXI, sin perder la lectura y escritura (son absolutamente necesarias para la construcción del pensamiento y el adecuado manejo de la lengua).
Lo que más preocupaba la docente, es el currículum tan amplio que tienen que abarcar, intentando no dejar a nadie atrás, dedicando muchas horas extra a preparar clases, actualizando sus materiales a los nuevos grupos… Nos señaló los graves problemas que ve en los planes de estudios, que superan la dicotomía de “a favor o en contra de la tecnología”, y nos muestra la necesidad de incorporar la formación docente dentro de su horario laboral.
Nos gustaría terminar la intervención de Lucía con el final de su entrevista: Yo sólo he visto compañeros que se dejan la piel, que se implican con los alumnos, que en épocas de exámenes hacen jornadas de más de doce horas a costa de su vida privada. Estos profesores hacen cursos que no pueden aplicar. No son vagos. ¡Están hartos!
Es obvia la diferencia entre los tres perfiles. Da la sensación de que viven en realidades paralelas. Después de trabajar las entrevistas, analizarlas y reflexionar, nos da la sensación de que hay una brecha inmensa: a nivel social, y a nivel institucional (centros públicos, privados y concertados). Y es que ya Area Moreira en 1998, nos advertía de la necesidad de poner en marcha políticas sociales para el igual acceso a la tecnología, porque de no ser así, dice, el resultado es una brecha social. Además del diferente acceso, se añaden variables como saber ejercer las tecnologías de la forma más adecuada (Area Moreira, 1998).
Como reflexión final, desde PEDATICS queremos hacer ver del tremendo impacto que puede suponer la tecnología. Como hemos visto, esto incluye muchos aspectos: desde políticas a nivel estatal, hasta las condiciones familiares, pasando por la formación docente, estructuración de planes de estudios, proyectos educativos de centro, adaptación a la diversidad, o metodologías. Las tecnologías son un recurso buenísimo pero no nos podemos quedar en las evidencias empíricas que lo demuestran. Veamos también todas las consecuencias, negativas y positivas a todos los niveles, y démosle respuesta.

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